ANTIPOEMAS DE NICANOR PARRA.

NICANOR PARRA.

EL ANTIPOETA.

Nicanor Segundo Parra Sandoval (San Fabián de Alico, 5 de septiembre de 1914) es un poeta, matemático y físico chileno cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana. Considerado el creador de la antipoesía, Parra es, en palabras de Harold Bloom, «incuestionablemente, uno de los mejores poetas de Occidente».2 El mayor de la Familia Parra —cantera de connotados artistas y músicos de la cultura chilena—, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura 1969 y con el Cervantes 2011, entre otros.

MOSCAS EN LA MIERDA.

NICANOR PARRA.

Al señor -al turista -al revolucionario

me gustaría hacerles una sola pregunta:

¿alguna vez vieron una nube de moscas

revolotear en torno a una plasta de mierda

aterrizar y trabajar en la mierda?

¿han visto moscas alguna vez en la mierda?

porque yo nací y me crié con las moscas

en una casa rodeada de mierda

de Hojas de parra (Santiago, Ganímedes, 

1985)

ANALISIS.

El hablante lírico es un hombre enfermo de consciencia, que ha despertado del sueño profundo en el cual estamos, y de esta forma se ha dado cuenta de lo que somos, cómo vivimos, y todo lo que sucede.
El sujeto poético se percibe así mismo devastado, enojado, siente una gran cólera, pues se ha dado cuenta d ela vida miserable en la cual ha crecido, la falsedad en que vivimos, el engaño, las condiciones precarias en la que el ser humano vive.
Percibe a los otros como unos seres des.humanizados, precarios, faltos de cosciencia, como unos animales que solo viven por vivir, creyendo que lo hacen, sin cuestionarse, esclavizados, adoctrinados, acostumbrados a vivir en la mierda, en la misería humana, sin aspirar a más, ni lograr ni luchar por algún cambio.
Percibe  al mundo como una mierda, en la cual las personas somos las moscas, pensamos vivr la vida, pero presisamente eso es lo que no hacemos, creemos vivir bien, en paz, felices, pero la realidad es otra, estamos enfermos somos unos des-humanos, pues lo que más importa no somos nosotros mismos, ni los demas, si no lo material, el dinero, el éxito, vivir a costa de otro.

EL HOMBRE IMAGINARIO.

NICANOR PARRA.

El hombre imaginario

vive en una mansión imaginaria

rodeada de árboles imaginarios

a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios

penden antiguos cuadros imaginarios

irreparables grietas imaginarias

que representan hechos imaginarios

ocurridos en mundos imaginarios

en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias

sube las escaleras imaginarias

y se asoma al balcón imaginario

a mirar el paisaje imaginario

que consiste en un valle imaginario

circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias

vienen por el camino imaginario

entonando canciones imaginarias

a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria

sueña con la mujer imaginaria

que le brindó su amor imaginario

vuelve a sentir ese mismo dolor

ese mismo placer imaginario

y vuelve a palpitar

el corazón del hombre imaginario

ANÁLISIS.

El sujeto poético es un hombre, de unos 

aproximados 35 a 40 años, que vive de ilusiones, en un mundo que no existe, vive fuera de su mundo real, en un plano ideal, pues su mente y consciencia han escapado de la cotidianeidad, para viajar hacia un más allá, un mundo perfecto. El sujeto poético se presenta como lo que somos, debido a que todos hemos sido alguna vez el hombre imaginario, y hemos soñado.

Se percibe así mismo como un ser que lo tiene todo, pero nada a la vez, pues está en una lucha entre lo que posee, lo que es y lo que anhela y aspira, lo que está impuesto por la sociedad y las utopías personales.

Percibe a los demás como entes ajenos a él, si se puede decir pues, solo se basa en los deseos y aspiraciones propias.

Percibe al mundo como una condensación entre la fantasía y la realidad, lo que es y lo que aspira.